La vida es simple, es solo que nos la complicamos con nuestra ignorancia. La vida es una bendición, solo que cuando nos hacemos daño a nosotros mismos, sentimos y pensamos que es un castigo.
Debemos entender que cada situación y personas son una nueva oportunidad para ser mas grandes y aprender. El aprendizaje puede llegar a doler tanto que sentimos o deseamos morir pero, aferrémonos a la esperanza de que no hay lagrima de dolor, corazón destruido que Dios Padre ignore.
Si hay lluvia, explosión, temblor, terremoto en nuestro interior, cuando todo termine, vendrá la calma, todo quedara en quietud total, nada se moverá por un instante dentro de nuestro ser, el silencio será total, aterrador, sentiremos que todo termino pero, la verdad que no es así, es un nuevo inicio, es un nuevo ciclo por mas que nos duela, por mas que perdamos todo, hasta lo mas querido.
Amemos con pasion, con verdad, con esperanza, con ternura, con todo lo que nos nazca, menos con apego. El apego es nuestro sufrimiento, es necesario soltarnos, es mas, hagamos el ejercicio con cosas materiales que no utilicemos, regalemos todo aquello que esta en buen estado pero que no utilizamos, saca todo y no lo regreses a su lugar, suéltalo no lo necesitas, no te pasara nada solo, harás que la energia de tu espacio se renueve y tu interior sienta un liviano regenerador.
Saltemos a otro tema un poco enlazado a lo anterior.
Dios es sabiduría y la naturaleza es su expresión, los polluelos vuelan del nido, van a seguir el ciclo de la vida, son hermosos seres, tiernos cantos salen de ellos. Padre y madre pájaro nunca los detienen, los dejan volar mas allá del nido que les acogió. Gran ejemplo para los que son padres de verdad, la naturaleza es una GRAN MAESTRA para nuestra vida individual. Ser un humano no es nada facil y menos cuando no traemos instructivo bajo el brazo que nos este indicando constantemente lo que debemos pensar y actuar según el rol que estemos asumiendo. Es doloroso dejar volar nuestros propios polluelos pero, es necesario que vivan sus experiencias de vida, no las nuestras, no hay que pensar o sentir que somos malos y que por ello se alejan, muy por el contrario por como educamos y criamos ellos son fuertes y desean vivir, no les arrebatemos la oportunidad de construirse a sí mismos, no siempre estaremos para protegerlos, ellos necesitan madurar sus alas para poder volar por si solos y enseñar a sus hijos a volar como un dia se les enseño a ellos.
La vida es sencilla, es solo que...
ELIZABETH CORDOBA H.
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